A veces sentimos la necesidad de pedir, agradecer o simplemente dejar salir lo que llevamos dentro… pero no todos podemos viajar hasta Jerusalén.Hacemos posible que tu mensaje llegue allí, al lugar más sagrado del mundo para millones de personas.
Escribes tus palabras, y nosotros las colocamos físicamente entre las piedras del Muro de las Lamentaciones, con respeto y cuidado. Grabamos el momento para ti, y te enviamos el video como recuerdo único y personal.
Un gesto sencillo, pero lleno de significado.
Porque hay cosas que no se gritan, se confían al Muro.